De rodillas para orar y adorar con humildad:
“Jesús te enseña que a Dios se le adora de rodillas”. Amad intensamente al Amor de los Amores. Sed apóstoles de la Eucaristía y llevad a todos los hombres “esta buena nueva” (Lc 1,19): “Jesús está en el Sagrario y os espera. Decid sin miedo: Aquí está vuestro Dios” (Is 40,9), “venid y adorémoslo” (Mt 2,2; Lc 2,15).
Los Ángeles nos enseñan a comulgar de rodillas:
Desde 1917 todos los Papas han sido fieles devotos de la Virgen de Fátima. Nos cuenta Sor Lucia que en 1916 les visitó en tres ocasiones el Ángel de Portugal, antes de las Apariciones de la Virgen al año siguiente. La primera vez les enseño a orar de rodillas e inclinando la frente hasta el suelo, la segunda vez les hablo de sacrificarse y la tercera vez les enseño a adorar a la Sagrada Eucaristía arrodillándose antes y después de Comulgar.
Los Santos nos enseñan a comulgar de rodillas:
- El Santo Cura de Ars, nos dice: “Para acercaros a la Sagrada Mesa, os levantaréis con gran modestia, indicando así que vais a hacer algo grande; os arrodillaréis y, en presencia de Jesús Sacramentado, pondréis todo vuestro esfuerzo en avivar la Fe, vuestra mente y vuestro corazón deben estar sumidos en el Señor. Cuidad de no volver la cabeza a uno y otro lado. Después que hayáis tenido la inmensa dicha de comulgar, os levantaréis con modestia, volveréis a vuestro sitio y os pondréis de rodillas; ante todo, deberéis conversar unos momentos con Jesucristo, al que tenéis la dicha de albergar en vuestro corazón donde, está en Cuerpo y Alma como en su Vida mortal”.
APRENDAMOS, pues, de los Patriarcas, de los Profetas, de los Apóstoles, de los Santos, del Papa… y cumplamos al orar, al pedir perdón, durante la Eucaristía y, sobre todo al comulgar, con el mandato divino: “Ante Mí, toda rodilla se doble” (Is.45, 23;Rom.14,11).
- El Papa Benedicto XVI distribuye la Sagrada Comunión con toda la solemnidad, humildad y respeto propios de la Liturgia Tradicional: en la boca, de rodillas, con bandeja.