QUERIDOS HERMANOS EN LA FE COMO MENCIONA NUESTRA SANTA MADRE EN SU DIVINO REGALO: EL REZO DEL SANTO ROSARIO, EN LOS MISTERIOS GLORIOSOS, EL CUARTO MISTERIO, LA MEDITACIÓN DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA EN CUERPO Y ALMA AL CIELO:
Considera la gloria del Corazón de María como efecto de un ardiente acto de amor, en la milagrosa incorrupción de su cuerpo virginal, en la triunfal asunción al cielo entre los himnos de los Coros de los Ángeles.
Os mostramos un breve fragmento del “Mensaje de Nuestra Santa Madre al Padre Gobbi, el 15 de agosto de 1980”: (Fiesta de la Asunción de María Santísima al Cielo)
“Soy vuestra Madre asunta al Cielo” hoy os miro a todos con mis ojos misericordiosos, y os encierro en mi Corazón Inmaculado, que nunca cesa de latir de amor por vosotros (…) El sol eterno de la gracia y del amor ilumina ahora, penetra y circunda mi cuerpo glorioso, íntimamente asociado en la gloria al de mi Hijo Jesús.
De mi Corazón brota la fuente de mi luz con la que quiero rodear e iluminar este mundo invadido por las tinieblas (…) Caminad con perfecta confianza en vuestra Madre Celeste. Buscad la respuesta a vuestra sed de amor sólo en mi Corazón Inmaculado (…)
Os damos a conocer el libro “El maravilloso secreto de las almas del Purgatorio” de Sor Emmanuel Maillard, en el que realizó una entrevista a María Simma, una humilde campesina austríaca, que poseía el carisma de ser visitada por las almas del Purgatorio, y así fue durante más de cincuenta años. En esta entrevista, contó sus experiencias:
(…)
Sor Emmanuel. ¿Nos puede decir cuál es el papel de la Santísima Virgen respecto a las almas del Purgatorio?
M.S. La Virgen va a menudo a consolarlas diciéndoles que han hecho muchas cosas buenas. Les da fuerzas.
Sor Emmanuel. ¿Hay algunos días en especial en los que Ella las libera?
M.S. Sí, sobre todo el día de Navidad, el de Todos los Santos, el Viernes Santo, el día de la Ascensión y el de la Asunción.
CONSAGRACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
¡Oh Señora mía, oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos, y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, ¡oh Madre de bondad!, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén
(La Virgen nos pide que nos consagremos a su Hijo, el Sagrado Corazón de Jesús y a su Inmaculado Corazón de María todos los días)