domingo, 23 de octubre de 2011


VALOREMOS LA IMPORTANCIA DE LA EUCARISTÍA, RETOMEMOS EL VERDADERO VALOR DE CRISTO PRESENTE Y VIVO EN ESTE SACRAMENTO.

La Eucaristía sigue siendo el Centro de la Vida Cristiana, y sin embargo es la realidad más Ignorada y olvidada.
Uno tiene que preguntarse si, con tanto alabar la llamada “religiosidad popular” y todo lo positivo que ella pueda tener, no habremos olvidado la gran realidad de Cristo presente y vivo en el Sacramento.
¿Quién puede ser causante de la Ignorancia general de lo que llamamos “nuestro pueblo”, en esto de la Eucaristía? Porque el problema es así de claro: No saben qué es eso. O al menos, viven como si no lo supieran.

Tendríamos que examinarnos a ver si es que estamos haciendo una “religión de Imágenes”, con exclusión práctica de ese otro aspecto eucarístico de nuestra fe. Al menos eso es lo que vemos todos los días.
Ejemplos:
Cada día surge una nueva Hermandad de Penitencia. Pero Sacramental... nada. La Juventud se apunta a Procesiones, pero a oración ante el Sagrario... nada.¡Cuántos entran en la Iglesia y se van derechos a la Imagen! Sagrario... nada.
Vean los que asisten a un Quinario, y los que hay en un Triduo al Santísimo... Porque hay tantos miles en Procesiones y tan poquitos en la Adoración Nocturna. ¿Qué queda después de la Primera Comunión? ¿Sabían lo que recibían? ¿Porqué hay colas para besar una Imagen, y los Sagrarios abandonados y solos?.

La Palabra de Dios y la Eucaristía están por encima de la Imagen, nos guste o no. Y es a ese grupo de personas, que saben lo que traen entre manos en esto de la fe, a quienes les dedico estas líneas, para decirles:
¡Misa, Comunión, Sagrario!. Porque Cristo está allí VIVO, SALVADOR, AMIGO, ALIMENTO.
Y es un buen momento para comenzar a tomar en serio ésto. Y hablarlo en Familia, Reuniones, Cabildos, Publicaciones, Homilías, Catequesis.

domingo, 2 de octubre de 2011

NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN



Abrimos este mes de octubre tan mariano con una advocación de la Virgen muy querida, a la vez que patrona, en las tres repúblicas del Plata: Argentina, Uruguay y Paraguay.

En 1630, un inmigrante portugués que residía en el centro de la Pampa, pidió a un amigo brasileño que le trajera a la Argentina una imagen de la Virgen María para venerarla en la capilla de su finca. La imagen fue transportada dentro de un cajón en una carreta tirada por bueyes, por tortuosos caminos que conducían a la ciudad de Mendoza. Cuando bajaba por el río Luján, la carreta se encalló y los bueyes se detuvieron, de tal manera que no se pudo continuar. Ante esto, todos entendieron que la Virgen quería quedarse en ese lugar. Y aquí se construyó la primera capilla en la que se comenzó a venerar a Nuestra Señora de Luján, a la que también llaman “Virgen del Plata” o “Virgen Gaucha”.
Fue en 1930 cuando el papa Pío XI, a petición de los obispos del lugar, proclamó a esta Virgen patrona de las Repúblicas del Plata.
En junio de 1982, visitó este santuario el beato papa Juan Pablo II, y a esta Virgen le rezó así: “Madre, escucha a tus hijos e hijas de la nación argentina, que acogen como dirigidas a ellos las palabras pronunciadas desde la cruz: ¡He ahí a tu Hijo! ¡He ahí a tu Madre!......

La Virgen María ha prometido a quién rece diariamente tres Avemarías tendrá su auxilio durante la vida y muy especialmente en la hora de la muerte para morir en la amistad de Dios. La Iglesia ha recomendado siempre el rezo de las tres Avemarías como medio eficacísimo de asegurar nuestra salvación.