lunes, 25 de abril de 2011

Es tan sencillo amar….
Cuesta tan poco oír la melodía
que a través de los aires se adivina;
es tan fácil mirar tras la cortina
de lo que nos depara cada día;

sentir cómo la vida se gloría
de la naturaleza que te inclina,
que te enseña el color, que te encamina
hacia el amor de un Dios que te extasía.

¡Ay mi Señor!, qué lúcido el verano
para admirar el cielo que me has dado,
qué belleza interior el invocarte,

el caminar mi ruta de tu mano,
el saber que te sientes adorado
y el regalarme voz para llamarte.